martes, 6 de enero de 2009

Raúl Arias Lovillo: Rumbo al 2009

Rumbo al 2009

Raúl Arias Lovillo
Esta es mi última entrega editorial del año 2008 en este hospitalario medio de comunicación. Coincide con la última asamblea del Consejo Universitario General (CUG), la máxima autoridad de la Universidad Veracruzana. Por supuesto, va a ser una reunión de enorme trascendencia. Abordaremos temas de enorme relevancia para el futuro de la institución.
El CUG es el espacio político donde se toman las grandes decisiones de la Universidad. Es ahí donde se definen el rumbo y las políticas académicas, los programas y los proyectos de cada una de las entidades de la institución.
Su labor es dinámica y decisiva. En él concurre la representación de toda la comunidad universitaria. Ahí discutimos, analizamos y resolvemos de manera colectiva los aspectos que van a orientar la acciones de toda la comunidad universitaria. Es, sin duda, un espacio donde se ha desarrollado una cultura democrática. Discutimos y nos respetamos. Lo hacemos como deben hacerlo personas civilizadas y que estamos unidas por un objetivo común.
Ante ellos, ante los miembros del Consejo, voy a plantear algunos puntos que considero relevantes. Intentaré hacer un balance de los últimos tiempos de la UV. Esbozaré y pondré a su consideración algunas acciones hacia el futuro.
Estos planteamientos parten del reconocimiento de un escenario en el que, como ustedes lo saben, destacan tres eventos que tienen suma trascendencia para nosotros: los efectos de una crisis económica; las elecciones federales de diputados que movilizarán a las fuerzas políticas del país y del estado, y la elección de Rector de la Universidad Veracruzana.
La primera reacción ante este escenario, puede ser de sobresalto. Se puede inferir que será un año complejo y, sin duda, hay que tener los ojos muy abiertos como ciudadanos y como universitarios. Sin embargo, si cada quien, cada institución, cada ciudadano, asumimos en cada evento la responsabilidad que la sociedad nos ha asignado, no tenemos por qué preocuparnos, por difícil que se advierta el futuro cercano.
Puedo decirlo con toda convicción: la Universidad Veracruzana va a actuar en atención a ello. Ocupará el sitio correcto legal, política y moralmente. Frente a la crisis económica, vamos a consensar medidas de austeridad y de control del gasto, a fin de que ningún sólo programa institucional se rezague y mucho menos se afecten los derechos de los trabajadores.
Ya hemos dicho en otras ocasiones que somos respetuosos de la militancia y de las preferencias políticas de los universitarios. Demandamos, eso sí, que se respete la autonomía de la institución, y que no se intente utilizar a la Universidad como ariete de nadie, ni de partidos ni de grupo. Entendido lo anterior, es deseable que la participación ciudadana ratifique la voluntad democrática de los mexicanos y de los veracruzanos.
El proceso universitario, aún lejano, no debe quitarnos el sueño. Más que a nadie, a la máxima casa de cultura del estado, le corresponde actuar con serenidad y madurez en sus procesos internos.
Los hechos, la historia reciente de la Universidad Veracruzana, los logros y resultados alcanzados, demuestran que nos hemos ganado el derecho a decidir el destino de nuestro proyecto universitario. Gracias a la autonomía hemos conseguido que el presente y el futuro estén en nuestras manos, que dependan de nosotros. Quiere decir que somos más libres y autónomos para decidir nuestro propio porvenir.
Pero la autonomía no sólo es un principio y un derecho, es también una responsabilidad, la responsabilidad de su ejercicio y de su preservación.
Por ello me interesa insistir en lo siguiente: el más grande y más importante de nuestros desafíos, no tiene que ver con la elección del Rector en el 2009: el más relevante es fortalecer nuestro proyecto académico.
Nuestro principal objetivo en los próximos años es superar lo que hemos hecho hasta hoy, con el fin de lograr que la Universidad Veracruzana se eleve a los más altos niveles de excelencia académica.
No hay, para la comunidad universitaria, ningún reto más grande que el de la calidad académica en sus programas de docencia, investigación y difusión de la cultura. Nada ni nadie nos debe distraer de nuestras tareas académicas.
Por ello, estos próximos meses debemos actuar con visión de futuro; sin alarmismos, sin temores, ni dudas. La serenidad y la inteligencia son propias de quienes se han educado en las aulas universitarias. Esa deberá ser nuestra actitud ante los retos que vienen.
Pero esto no quiere decir que no tomemos precauciones; no olvidemos que los momentos de confusión social y política, se prestan para que los enemigos externos de nuestro proyecto –ahora sospechosamente callados, expectantes– acudan a los expedientes de la provocación.
Yo no tengo duda de que la UV está preparada para enfrentar estos y otros más graves desafíos. La unidad de los universitarios y la estrategia académica como respuesta al momento que habremos de vivir, garantiza que la Universidad Veracruzana mantenga su trayectoria de progreso y desarrollo académico. Eso es lo importante.
Cada año transcurrido, lo hemos demostrado, ha sido mejor que el anterior. Este fue mejor que el 2007. Los universitarios, unidos, pondremos todo nuestro esfuerzo para que el 2009 supere todos los anteriores, siempre, en la ruta de la consolidación y la grandeza de la Universidad Veracruzana.
Muchas felicidades y mis mejores deseos para ustedes y sus familias.

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